El Palomar

Desde su origen en 1937 fue un atractivo para los visitantes.

Desde su origen en 1937, fue un atractivo para los visitantes por su gran cantidad de palomas mensajeras y de otras especies. Las mismas fueron traídas desde Buenos Aires y estaban a cargo de cuidadores especializados. Este espacio daba lugar a la confluencia de distintos emprendimientos: desde vendedores de alpiste y globos hasta fotógrafos que realizaban retratos instantáneos, toda una novedad en la época. Este contexto propiciaba que el palomar se convirtiera en una parada habitual en el paseo que se realizaba por el parque. 

Hoy en día las puertas de su jaula se encuentran abiertas y los especímenes circulan por toda la zona arbolada.