La confluencia del arroyo Saladillo y el río Paraná se enlaza con los orígenes de Rosario.
El atractivo natural de esta zona llevó a que, en 1689, el capitán Luis Romero de Pineda eligiera instalar su estancia allí, tras recibir del Virreinato del Río de la Plata la potestad sobre gran parte de las tierras que hoy ocupa la ciudad.
Las particularidades que el arroyo Saladillo imprime sobre la geografía de esta zona aún llaman la atención. Sus paisajes se aprecian especialmente en el Parque Regional Sur “Dr. Carlos Sylvestre Begnis”, un predio ribereño de 35 hectáreas que alberga una variada vegetación y constituye uno de los espacios verdes más importantes de la ciudad.
El parque invita a realizar paseos bordeando el arroyo y fotografiar el salto de agua de las Quebradas del Saladillo. Se pueden observar numerosas especies de árboles, incluyendo tipas, cerezos, pinos, jacarandáes, palos borrachos, ceibos y vistosos sakuras, donados en 1981 por la Colectividad Japonesa de Rosario. En el sector más al sur se encuentran dispositivos de entrenamiento para la práctica del ciclismo y el atletismo.
También se ubica el Oratorio Natividad del Señor que resguarda una Virgen donada por el Padre Ignacio Peires.
El Parque Regional Sur es escenario de dos eventos barriales tradicionales: el Festival de las Quebradas y la Fogata de San Pedro y San Pablo.
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