La costumbre rosarina es el encuentro, la reunión con amigos, la charla, la lectura, disfrutar de un buen momento, y qué mejor que hacerlo con un café en la mano.
La identidad rosarina está en esos encuentros en torno al café. Desde la Mesa de los Galanes, a los emblemáticos bares donde sentarse a charlar, a leer el diario. En el espíritu de los rosarinos y rosarinas está hacerse un espacio para tomar un café.
La ciudad se destaca por tener en el centro al menos un bar por cuadra. Las cafeterías, los barcitos, el café al paso, son parte del ADN rosarino.
En los últimos años Rosario se convirtió en una referencia en materia de cafetería de especialidad con gran variedad de ofertas en distintos puntos de la ciudad. Cada uno con su impronta, bajo distintos métodos de elaboración y sobre todo con una historia distinta por contar, con miles de historias por alojar.
Cabe destacar que la tradición rosarina de encontrarse a tomar un café se complementa con los emblemáticos edificios donde se emplazan muchos de los bares. Sentarse a tomar un café también es encontrarse con la historia del lugar, apreciar la arquitectura y el diseño del edificio histórico en el que se encuentra y en varios casos la tradición que mantuvo la cafetería, permitió preservar el edificio como patrimonio histórico o cultural en la ciudad.
Más de cien años de historia
Desde hace más de 100 años encontramos en Rosario diversas empresas que se dedican a la producción y al tostado de café. Muchas comenzaron como un pequeño comercio familiar y terminaron siendo marcas reconocidas en el país y el mundo. Existe una historia que está atada a tres grandes emprendimientos que nacieron en la ciudad, en el siglo pasado: La Virginia, Café Guatemala y La Fazenda.
En 1915 la productora de café La Virginia, comenzó como un emprendimiento familiar rosarino y desde sus primeras instalaciones en la ciudad, el pequeño emprendimiento inicial se convirtió en una empresa líder a nivel nacional con proyección mundial. El clásico té y café La Virginia es parte del sabor tradicional local.
En 1941 nació en Rosario la tostadora Café Guatemala, también fue parte de un emprendimiento familiar que luego se transformó en una sociedad anónima. Desde entonces se dedicó a brindar productos con un sabor distintivo, ofrecer mezclas personalizadas y todos los productos complementarios necesarios para el café.
Otro de los nombres clásicos que han marcado la historia del café en Rosario, es La Fazenda, que funciona desde 1996 en el emblemático edificio de Santa Fe y Presidente Roca, en el ex Hotel Rex. Allí se puede conseguir café de distintos destinos, como Tanzania, Indonesia y Costa Rica, además de Brasil, el proveedor principal. Cada persona puede pedir su propio blend y se especializan en café espresso.
Especialidad
Hace un tiempo, el mundo del café adquirió otra relevancia con el auge de los cafés de especialidad, que potencian la tradición y posibilitan una variedad de gustos para todos los paladares.
El café de especialidad se elabora con granos de todo el mundo, seleccionando las regiones más propicias para obtener los mejores granos. Cuando se bebe un café de especialidad se destaca también poder recibir información meticulosa sobre la finca de la que proviene, la variedad de la planta, la altura a la que fue cultivado, el método de despulpado y el grado de tueste. Además, se pone en valor los distintos métodos de preparación.
Hoy en Rosario, podemos encontrar una gran variedad de pequeños cafés que se encuentran en distintos rincones de la ciudad, con ese aroma inconfundible a café recién preparado y muchos de ellos, con una buena carta de pastelería para acompañar.
Bares de especialidad que ponen el énfasis en el café, distinguido por su calidad, preparado por baristas, especializados que trabajan creando nuevas y diferentes bebidas basadas en él. Profesionales que ponen toda su pasión y sus conocimientos en la barra, para presentar un exquisito preparado.
Los métodos
Algunos métodos de preparación del café que pueden encontrarse en Rosario son:
Flat white: creada en Nueva Zelanda, uno de los países meca en el mundo cafetero. Consiste en dos shots de café espresso y una fina capa (de ahí su nombre: flat = plano) de leche texturizada a la temperatura justa, coronado con algún dibujo típico de latte art.
Café filtrado: se puede preparar con el tradicional filtro de tela, hasta con la chemex una cafetera mezcla de reloj de arena con tubo de ensayo. El resultado es un café suave que deja sentir todos sus aromas y sabores.
Aeropress: este método, que se asemeja a una jeringa gigante, es un mix entre el filtrado y la presión, posibilitando una bebida sin sedimentos, repleta de aceites, que le dan gusto y cuerpo al café.
Café frío: es la mezcla entre café, leche e hielo. También es una opción que se puede encontrar en la ciudad, particularmente los días de altas temperaturas en el verano rosarino.
Mapa del café de especialidad en Rosario
En este mapa te invitamos a conocer las cafeterías de especialidad de Rosario, para que elijas en qué rincón tomarte una pausa en tu recorrido y disfrutar de los sabores hechos con pasión rosarina.
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