Syagrus romanzoffiana. Cerca de las escaleras del puente se alza una palmera pindó, nativa de nuestra región (baja originalmente desde Brasil hasta Buenos Aires).
Tiene un follaje verde brillante, como plumoso, porque los folíolos están en varios planos (no en dos como las fénix que pueden verse a su lado). La fénix es la que más abunda en la ciudad, pero la tendencia a usar lo nativo también dio lugar a la pindó y a la butia. Más adelante, en la isla grande, sobre la costa que mira a Morcillo, se asoma una butia (Butia capitata), que es nativa de algunas áreas de América del Sur y distinguible por su follaje más grisáceo (color “glauco” técnicamente), con frutos grandes y comestibles.
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